Dormir mal dejó de ser un problema menor. Millones de personas viven entre pastillas, pantallas y ansiedad, sin lograr el descanso que el cuerpo necesita. Lo que antes se resolvía con una siesta o una infusión de hierbas, hoy empuja a muchos hacia fármacos que alteran el metabolismo, generan dependencia y dejan al sistema nervioso en un ciclo sin salida. Frente a ese escenario, la ciencia vuelve a mirar hacia una planta antigua: el cannabis medicinal.
El estudio fue realizado por investigadores del Registro Médico de Cannabis del Reino Unido, una base de datos que recopila información clínica de miles de pacientes que utilizan cannabis bajo prescripción médica. Publicado en PLOS Mental Health en septiembre de 2025, el trabajo analizó durante 18 meses a 124 personas con insomnio crónico que no habían respondido a tratamientos convencionales. Los pacientes fueron tratados con aceite de cannabis medicinal, con proporciones controladas de THC y CBD, y mostraron mejoras sostenidas en la calidad del sueño, la ansiedad y la calidad de vida, sin efectos adversos graves.
El aceite que devolvió el sueño
El estudio evaluó a personas que ya habían probado sin éxito melatonina, antidepresivos o benzodiacepinas. Desde el primer mes se observó un cambio notable: la puntuación promedio de los pacientes en la escala de calidad del sueño pasó de 2,6 a 5,6 puntos, una diferencia estadísticamente significativa. Las mejoras se mantuvieron, aunque con leve descenso, durante los 18 meses de seguimiento.
Los investigadores observaron que los resultados eran más consistentes entre quienes usaron aceites combinados de THC y CBD, frente a los que recibieron fórmulas con solo CBD. En ambos casos, los efectos secundarios fueron leves —boca seca, somnolencia o fatiga— y se reportaron en apenas el 8,8 % de los participantes. Para el equipo del estudio, esto confirma que el cannabis medicinal puede ser una opción segura cuando se administra con control médico y calidad farmacéutica.
Más que dormir: ansiedad, dolor y equilibrio
Más allá del descanso, el tratamiento también impactó en el estado emocional y el bienestar físico. Los pacientes mostraron una disminución significativa de la ansiedad generalizada (GAD-7) y una mejora en indicadores de calidad de vida (EQ-5D-5L). Muchos reportaron además una reducción del dolor crónico y una sensación de equilibrio corporal.
El estudio señala que los cannabinoides actúan de manera complementaria: el THC ayuda a conciliar el sueño al inducir relajación y disminuir la latencia, mientras que el CBD regula la ansiedad y la inflamación, favoreciendo un descanso más profundo. Esta sinergia, conocida como efecto séquito, es la base de los aceites de espectro completo que cada vez más médicos recetan como alternativa a los fármacos tradicionales.
Aunque no se trata de un ensayo clínico aleatorizado, la investigación ofrece una de las evidencias más sólidas hasta hoy sobre los beneficios del cannabis en el insomnio refractario. Los autores llaman a seguir profundizando en dosis, proporciones y duración óptima del tratamiento.
Paraguay también avanza
En Paraguay, el uso médico del cannabis está regulado por la Ley 6007/17 y su Decreto N.º 9303/18, que obligan al Estado a garantizar el acceso gratuito al aceite y sus derivados a través del programa PROINCUMEC. Aunque los registros oficiales aún son limitados, existen aceites de cannabis en farmacias autorizadas y también aceites artesanales elaborados bajo control comunitario que muchas personas utilizan para tratar el insomnio, la ansiedad o el dolor crónico.
El desafío es ampliar la investigación local, capacitar profesionales y fortalecer la red de acceso público. Si la evidencia internacional demuestra que el aceite de cannabis medicinal puede mejorar el descanso y la salud mental, Paraguay tiene la oportunidad de integrar esta herramienta a su sistema de salud con base científica, control y empatía hacia quienes hace años no logran dormir bien.
Fuentes consultadas
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Erridge S., et al. “Clinical outcomes of medical cannabis for insomnia: an 18-month observational study from the UK Medical Cannabis Registry.” PLOS Mental Health, septiembre 2025.
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UK Medical Cannabis Registry (Reino Unido).
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Ley 6007/2017 y Decreto N.º 9303/2018 (Paraguay).